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Oscar Alfonso Sosa

EL OTRO ROMANCE DE LA MONTAÑA

EL OTRO ROMANCE DE LA MONTAÑA


El aula enmudece; cada segundo que pasa se desborda en fantasías de historias, de números, de poemas regalados por un verbo tierno, seguro, adorable.

La pizarra marca un lugar: Alunao, allá, al sureste de Mayajigua, donde las nubes besan la montaña constantemente; la fecha puede ser la de un día cualquiera, entre septiembre y junio. El escenario, el aula, con sus paredes de madera, mobiliario nuevo, computadoras, videos, paneles solares.

Una voz se empeña en enseñar: Orialis Martínez Rocha no encontró al magisterio por casualidad.

“Mi primera experiencia fue como auxiliar pedagógica, la profesión inicial. Con solo 23 años enrumbo hacia el magisterio, un bichito que tenía por dentro y desde entonces la Escuela Rural Carlos Manuel de Céspedes, en medio del lomerío, ha sido mi otro romance”.

Los recuerdos despiertan; las caminatas largas loma arriba para llegar al aula junto a Vivian, la otra maestra; noviazgos, matrimonio y los dos hijos.

Cada pupitre es una anécdota viva, cada vecino un protagonista. “Cuando enseñas en una zona intrincada de campo la maravilla se multiplica, nunca sabes de felicidad hasta que no vives este espacio de tiempo, con gente inigualable, insustituible. Jamás me he sentido extraña, soy como un vecino de toda la vida en estos parajes”.

La memoria revela sustos, como aquel inicial, sola y responsable de cuatro grados, la licenciatura en Educación Primaria, la maestría en propia especialidad. Y también lo indescriptible: aquella primera vez de sus alumnos frente a un televisor que regalaba imágenes a todo color, o de la primicia de la computadora para la cual hoy el tiempo no alcanza.

“Sin embargo nada me ha motivado tanto como Leyanet Téllez, una de mis alumnas de cuarto grado. En primero fue diagnosticada con Retardo para el Desarrollo Psíquico (RDP), los padres se opusieron a enviarla a una escuela especial, confiaron en nosotros; no hemos descansado. El trabajo con ella ha sido de conjunto y el apoyo permanente de María Elena Ramos y Madelén Hernández, ptras dos educadoras.

“Hoy la niña está evaluada de BIEN; después que logramos se relacionara con el grupo y se integrara todo ha sido más fácil. Aprende, eso es lo más importante”.

El aula vive bajo la falda de la montaña. Alfiles, caballos y peones batallan en el tablero de ajedrez; Luis Alberto, Yaraisy, Dorisbel y Rachel, sonrisas infantiles de por medio, disputan el jaque mate.

Leyanet e Idalberto, tras cada click, descubren algo nuevo en la computadora. Parece que el tiempo no se detiene en el lomerío. Alunao lo sabe. Allí, casi en la falda misma de la loma, cobijada por palmas reales y perfumada por los naranjos, mangos, guayabas y chirimoyas la escuela vive. En su interior despierta la sabiduría. Orialis Martínez Rocha la incentiva.

“Lo haré eternamente, soy una enamorada del magisterio y de aquí no me iré. Que mis alumnos de siempre retornen a mí ante cualquier necesidad, que los vecinos vean la escuela como la más brillante de las joyas y que mis hijos me llamen maestra son los mejores incentivos. Este es mi otro gran romance en la montaña”.script src="http://www.google-analytics.com/urchin.js" type="text/javascript">
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MELOCOTON PIERDE EXOTISMO EN SANCTI SPIRITUS

MELOCOTON PIERDE EXOTISMO EN SANCTI SPIRITUS

Ni el mismísimo Marcelo Ríos, el salvador de rarezas que allá, en su finca, cerca de Santa Lucía, ha dado vida al exotismo en su jardín gigante de flores y frutales, podía creerlo.  Sus melocotoneros dejarán de ser los más renombrados de la central provincia cubana de Sancti Spíritus. En lo adelante compartirán la dicha otras plantaciones que cobran vida en el territorio.  La iniciativa nace con el ajetreo del programa de desarrollo de la agricultura urbana, cuya finalidad es potenciar e incentivar la producción y consumos de vegetales, hortalizas, frutas y condimentos frescos. Del grupo rector de la actividad en el país es la propuesta: comenzar a cultivar el melocotón donde sea posible para multiplicar y diversificar las ofertas a la población.  Cuando el año transita ya por su último trimestre la pretensión comienza a ver la luz. “En estos momentos los municipios de Yaguajay y Cabaiguán, ambos de Referencia Nacional, y Jatibonico y Trinidad poseen una hectárea sembrada. La perspectiva inicial es lograr plantaciones similares en cada territorio”, precisó a Escambray la ingeniera María Heléala León, quien dirige la Agricultura Urbana en la provincia espirituana.  Especialistas en el cultivo de frutales exponen que la obtención de posturas en las condiciones climáticas de Cuba es hoy la tarea más difícil para generalizar los melocotoneros, una iniciativa extendida por todo el país.  De olor y sabor agradable, color amarillo con manchas encarnadas,  cáscara aterciopelada, con forma esférica y unos 6-8 centímetros de diámetro, el melocotón es originario de China y la referencia de su cultivo se estima en unos 3 000 años atrás.  La primera experiencia espirituana en el desarrollo de frutales exóticos tiene asiento en Banao y data de la década de los años 60 del pasado siglo, donde por sugerencia del Comandante en Jefe Fidel Castro comienzan a crearse pequeños viñedos en esta zona con microclimas especiales y tierras muy fértiles, conocidas también por la excelencia de las cebollas allí cosechadas. ></script>
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PERROS RETAN A PELOTEROS

PERROS RETAN A PELOTEROS

Yaguajay siempre ha sido tierra de béisbol y de grandes peloteros, que nadie lo dude. Implementos y otras cuestiones se imponen como obstáculos para la práctica de la disciplina, mas en el presente año la afición ha disfrutado hasta el delirio de otra en ascenso y de ranqueada aceptación: el deporte canino.Con apenas par de años de experiencia competitiva los resultados van más allá de la supremacía provincial. Récords Nacionales y medallas en eventos de primer nivel son convincentes cartas de presentación. RETROSPECTIVA Antes del pasado año sólo escaramuzas. El trabajo de dueños y canes se proyectaba exclusivamente a lo recreativo, pero nada de organización, entrenamiento serio, de otras pretensiones. “Hasta hace par de años Cabaiguán era la meca de este deporte en la provincia, pero Sancti Spíritus y Yaguajay se incorporan con grupos bien organizados y pretensiones serias. Tal es así que los yaguajayenses pasaron del anonimato en el 2006, etapa donde no obtuvieron ni una de las medallas en disputa en diferentes eventos, al reinado provincial, expone Ignacio Sorí Álvarez, presidente de la Federación Provincial del Deporte Canino. “En marzo sorprendieron. Con tres animales asisten al Expo Can Nacional en Florida, Camagüey,  y regresaron con par de medallas. La dupla (perro-entrenador) Aquiles/Luis Felipe Tamayo se agenció bronce en salto largo, con marca de 4.50 metros, mientras que la conformada por Apolo/Lázaro Matas se alzó con el metal dorado en los 110 metros con vallas, con tiempo de 10.47 segundos, récord para el país”. Precisamente en esta competencia la provincia logra un meritorio cuarto peldaño que aspiran mejorar. Sin embargo la tarea no es fácil por las propias condiciones en que se trabaja con este deporte. “Esto lleva primero una voluntad de acero, mucho amor por los animales, dedicación, sacrificio, paciencia. El INDER aquí nos apoya y eso nos incentiva, coinciden Saily Guevara y Yoisel Pereira, entrenadores y dueños de Duma y Yerina respectivamente, dos perros-atletas con alentador futuro. “Como has visto, entrenamos aun en las más difíciles condiciones, siempre en el estadio de béisbol Luis Torres. En estos días ha llovido a cántaros pero no dejamos de trabajar con los animales, lo hacemos en cualquier área que se preste a la actividad. OTRAS HISTORIAS El grupo se divide. Los niños preparan a sus cachorros. Los adultos atienden la inquietud del reportero. ¿Qué otras motivaciones existen además de preparar a un perro para competir en salto, carrera de velocidad?, indago. “Está el respeto, el amor y el cuidado por los animales, eso se inculca a quienes se acercan a nosotros. Ha quedado demostrado por qué el perro es el mejor amigo del hombre. Es ley que nadie puede maltratar a uno de estos canes ni permitirlo. Se ha generado un rechazo a las peleas y algo importante, este deporte los hace mucho más sociables”, argumenta Lázaro Matas. La Federación del Deporte Canino cuenta en Yaguajay con un Círculo de Interés donde varios pioneros se adiestran como entrenadores de sus cachorros que mañana serán los atletas. También existe una peña de esta disciplina deportiva. “Pero lo más importante ha sido sin lugar a dudas el desarrollo de la Copa Héroe de Yaguajay, único municipio del país con este tipo de evento donde como mínimo participan tres provincias. La intensión es llevarla a cada Consejo Popular para generalizar la práctica de este deporte. Ya tenemos un área en Meneses y pensamos abrir otras próximamente”, agrega Ignacio Sorí Álvarez, rector del Deporte Canino en Sancti Spíritus. Yaguajay tiene en el binomio Apolo/Lázaro Matas al mejor atleta dentro de las 27 modalidades del deporte recreativo provincial. Del deporte canino es el más distinguido activista espirituano, Vanguardia desde el nivel municipal hasta el nacional, mérito perteneciente a Ignacio Sorí. La mejor modalidad recreativa del municipio y la provincia es precisamente esta disciplina deportiva. Sin lugar a dudas los canes demuestran poder ser algo más que mascotas y en Yaguajay, al menos, arrastran multitudes cada vez que se anuncia la realización de un evento. Ya algunos se preguntan: ¿le robarán el protagonismo al béisbol?


  

TECNOLOGIA A FAVOR DE LA HORTICULTURA

TECNOLOGIA A FAVOR DE LA HORTICULTURA

En la producción hortícola la provincia de Sancti Spíritus tiene la vanguardia en el municipio de Yaguajay, territorio de Referencia Nacional en la Agricultura Urbana. Además de la entrega de los hombres vinculados a organopónicos, huertos intensivos y otras fincas, la implementación de adelantos de la ciencia y la técnica, sumado a las prácticas agroecológicas, devienen catalizadores para el desarrollo. Desde hace casi siete años la obtención de posturas pasó del tradicionalismo a estadíos más avanzados.  HOGAR NUEVO PARA EL SEMILLERO Potentes estructuras metálicas sirven de soporte a la instalación, protegida en techos y paredes por una fina tela a prueba de inclemencias climatológicas. En su interior y sobre bases de tubos de aluminio cientos de bandejas de poli espuma dejan ver pequeñas plántulas. La casa de posturas de la Granja Urbana de Yaguajay, fruto de la colaboración de instituciones italianas y la Asociación de Técnicos Agropecuarios y Forestales de Sancti Spíritus, inaugurada en el 2001, se erige como pilar para las producciones hortícolas del territorio. “Por el método de cepellón obtenemos aquí posturas de vegetales y hortalizas para los huertos y organopónicos del sistema de la Agricultura Urbana y también para otros cultivadores, siempre a partir de las necesidades de cada cual, precisa Israel Casas Alfonso, administrador del centro. “Lo distintivo es la alta calidad de las plántulas. El sustrato sobre el que se deposita la asemilla se elabora con materia orgánica hecha con cascarilla de arroz, cachaza, y humus de lombriz. A ello le sumamos tricoderma, un hongo creado artificialmente en los Centros de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE) para evitar enfermedades en la semilla germinada”.Para este año el colectivo de la casa pretende producir unas 348 000 posturas, el mayor volumen precisamente en esta temporada y hasta diciembre, período alto para el cultivo de vegetales y hortalizas. Las cubiertas metálicas de techos y paredes regulan la acción del agua y el sol sobre las bandejas sembradas y crean condiciones de temperaturas favorables para la germinación de las simientes. Los sistemas de riego tecnificado son una garantía segura para el proceso productivo integral. “Si en algo somos celosos es con la sanidad. Hay medidas preventivas de obligatorio cumplimiento para los obreros y otras personas autorizadas a penetrar en el recinto de producción. Después de cada ciclo sometemos a la recámara a una cuarentena y los alrededores los mantenemos limpios y controlados de plagas y enfermedades”, exponen Reinier García y José Antonio Casas, trabajadores. MÁS ALLÁ DEL SEMILLERO Frondosos árboles del Nim, un repelente natural por excelencia, cobijan el área donde se elabora el sustrato para el cepellón. Bajo su sombra un  vivero de plantas ornamentales te anuncia que la única labor no es producir plántulas en el interior de la instalación techada. “El mismo colectivo de nueve obreros se ha enfrascado en otras tareas como la obtención y comercialización de posturas de frutales como el mamoncillo, tamarindo, anón, el mamey colorado. A ello se suman los injertos de mango, cítricos, el de guayaba enana roja, aguacate y fomentamos el propio Nim, muy demandado por su eficacia contra las plagas, señala Edelmira Lami, obrera. “Ahora pretendemos desarrollar un jardín para obtener flores finas y de otras variedades”. Estas producciones, además de sustentar económicamente a la Casa de Posturas, posibilita a entidades, como Comunales, materia prima para sus labores, llámese jardinería, servicios fúnebres; también facilitan la creación de plantaciones de frutales en patios familiares o áreas de producción. Laboriosidad y eficiencia son las distinciones del reducido colectivo del centro, con una marcada responsabilidad en las producciones hortícolas de Yaguajay. La instalación demuestra una vez más el importante aporte de la ciencia y la técnica para las producciones agrícolas.   </script>
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CIENTIFICO, NI MAS NI MENOS

CIENTIFICO, NI MAS NI MENOS

La sabiduría guajira le brota por los poros como el sudor conque en cada jornada abona su finca. Cuando habla de sus sembrados, de los rebaños de animales, de su molino de viento, de sus cercas vivas, de ese excelente abono que es el humus de lombriz parece estar escuchando a un erudito en cuestiones de ciencias aplicadas al quehacer agropecuario.  Mas algo hay de cierto. José Antonio Casimiro, allá, desde su finca en Siguaney, en el municipio espirituano de Taguasco, casi en el centro de Cuba, se ha convertido en un manantial de ideas, alternativas e inventivas que le posibilitan ostentar hoy el título de Científico Natural. El recuento va desde el fomento de múltiples prácticas agroecológicas, rejuvenecedoras de la tierra y de la calidad de los frutos, el uso de medios no convencionales para obtener energía, hasta la fabricación de implementos agrícolas que humanizan el quehacer del productor sin herir los suelos. INENTIVA MAYUSCULA  El arado JC 21-A, capaz de realizar casi 40 labores agrícolas, fundamentalmente en los cultivos varios, multipremiado en diversos eventos de Ciencia y Técnica, sin semejante en Cuba y posiblemente en el mundo, se considera uno de los aportes principales de este ingenioso guajiro. “Por sus combinaciones y los diferentes tipos de herramientas que se acoplan a él es eficaz lo mismo para surcar, marcar, desyerbar, en fin, para cualquier trabajo de labranza mínima. ¡Ni hablar de las ventajas! Este equipo sustituye el quehacer de 66 hombres guataca en mano, con un aporte superior a los $2 000 por jornada. ¡Un fenómeno! Y para hacer agroecología es lo mejor.  “Le sigo diciendo, representa más de 30 implementos agrícolas por yunta de buey. Por eso yo repito en cualquier tribuna la necesidad de generalizarlo y eso no es imposible”.  Con sólo poner un pie a la entrada de la finca las dudas se despejan por sí mismas al chocar la vista con el verdor de las cercas vivas, los pastos y la diversidad biológica que te da la bienvenida. Cuando comienza a caminar el recinto de la familia disfrutas algo real y maravilloso, lo nunca visto en predios campesinos. Por ello cientos de visitas recibe anualmente y Casimiro bien las aprovecha. Es el momento ideal para trasmitir las inagotables experiencias que la práctica agroecológica le ha regalado.  “Yo sigo diciendo cuán necesaria es la eficiencia máxima en este ajetreo. Vale la técnica pero la mayor parte es responsabilidad de los hombres. Y enumero desde los cuartones para la ganadería, los linderos con postes vivos para espantar las ventiscas y las crecidas de agua, hasta los molinos de viento y el ariete hidráulico. Si observas bien no verás ningún animal amarrado. Eso les ayuda a vivir mejor y a su vez le dan vida a este entorno. “Y es que en una finca agroecológica todo es posible. Mira, hasta radio y ventilador tenemos en la casa de ordeñar. Oiga, las vacas dan más leche y trabajamos  a gusto, en mejores condiciones. Si viene un torrencial aguacero la vaquería sirve de cobija a las aves y otros animales. Hemos reanimado una cultura real. Ya nos autoabastecemos de casi todo, sólo no producimos la sal. Esto se llama sostenibilidad”.  En la finca de Casimiro no hay desperdicios de cosecha ni residuos de otro tipo. Los estiércoles se usan para la lombricultura. De ahí salen las lombrices que alimentan a las aves y el humus para fertilizar los suelos. La tierra se lo ofrece todo porque él la amansa a diario con sus manos. PASIONES “Primero la tierra, heredada de mis antepasados y después mi familia. Pero siempre he sido un apasionado de la vida. Por ello mi hogar con mis esposa e hijos, de los cuales vivo tan enamorado como de los surcos y los rebaños que me alimentan, es incomparable. Mi mujer y los muchachos sienten y practican la agroecología y eso me motiva como nada. “Mira, cada vez que repaso cuanto he hecho  y lo por venir el alma se renueva, se fortalece. ¿Qué más puedo pedir?” El verbo calla, su mirada escruta el futuro. Por sus logros José Antonio Casimiro ostenta hoy el título de Científico Natural. Su finca es de Referencia Nacional de la Agricultura Urbana y considerada además Faro Agroecológico, otorgada por la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales.    

 

LA FIESTA DE LOS PINCELES

LA FIESTA DE LOS PINCELES

 La quietud prima en el barrio. Sólo unos curiosos parecen detenidos en el tiempo, en el portal del Círculo Social. Sobre su caballo el vaquero recién llegado pregunta qué venden. Sin apenas mirarlo una mujer, presta a lo que sucede en el interior del lugar, responde tajante: “¡silencio, hay niños pintando!”.  Seibabo vive la noticia. Le resta poco de vida a los espacios vacíos que adornan muros y paredes de instituciones   y edificaciones de uso social del poblado rural. Infantes con pinceles en sus manos las toman por asalto para plasmar en ellas tanta imaginación infantil, ávida de vuelo mágico.  GENESIS  Todo nace a partir de la necesidad de potenciar el embellecimiento de la imagen de la comunidad. Dícen los pobladores que allí la quietud no es costumbre y por ello las iniciativas fluyen rápido.  “El motivo fundamental está en los niños. Conocemos sus reservas, sus inquietudes y la necesidad de materializar ideas, entonces dimos rienda suelta al hecho. Con el apoyo de instituciones de aquí, de vecinos, de familiares, fuimos resolviendo los materiales, expone Rubén  Hidalgo, jubilado, aficionado a la plástica y guía voluntario del grupo.  “Como hay espacios suficientes para dibujar comenzamos. Primero el Círculo; en la plataforma los muchachos plasmaron la bandera cubana, una estrella y el rostro de los Cinco cubanos prisioneros del imperio. Después, en las paredes, nacieron personajes de la literatura infantil”.  Nada de instrucción especializada. Sólo guía, voluntad y deseos de hacer a partir de los conocimientos y la práctica empíricos. El reconocimiento popular no falta: “nunca había sucedido algo así, es maravilloso, ahora nos corresponde cuidar”, revela  Vilma Rodríguez, vecina del barrio. También la cooperación de la familia y de la vecindad han sido determinantes.  PROTAGONISTAS  Los pinceles recorren una y otra vez los espacios marcados. Ocurre sobre ellos como una fiesta de colores. Dasiel, José Javier, Yordanys y Yoennys animan el lienzo.  “La idea nos encanta. Fuera excelente que alguien con conocimientos de artes plástica nos ayudara;  pero nada nos detiene, incluso ni las vacaciones”, coinciden.  “Hasta en las casas quieren pintar, hay que atajarlos”, destaca un recién llegado. Los muchachos sonríen en gesto aprobatorio. Ya hablan de las paredes de la escuela, el próximo sitio donde armarán esa galería inusual para plasmar quién sabe cuántas fantasías.  Mientras tanto Seibabo tiene otro motivo. Desde Platero, una comunidad cercana del Plan Turquino, la promotora llegó a  interesarse por la iniciativa. Que el hecho no quede a la deriva. Generalizar sería un noble estímulo.  </script>
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LOS HOMBRES DE LA MONTAÑA

LOS HOMBRES DE LA MONTAÑA

El viejo ZIL131 "ronronea", parece que se queda atascado, que no puede con la empinada pendiente; pero puja, guapea y llega a la cima, desde donde se divisa un bosque salvaje de pinos, cedros y algarrobos.  Entonces el veterano Tirso Gerardo Orbea sonríe con picardía y hasta le da unas palmaditas a su inseparable camión: “Pórtate bien que es mucho el palo que queda por bajar pa’l llano’’. Motosierra, cables, bueyes, sogas, polines, hombres. La función comienza. El bosque se estremece.  PRIMICIA  Así sucede cada mañana, cuando desde la Unidad Silvícola de Sancti Spíritus, ubicada en El Cacahual, la Brigada Extractiva de Madera desanda los senderos de las montañas del Escambray. De sus brazos, de su pericia y de su arrojo dependen que decenas de metros cúbicos de diferentes maderas lleguen a los aserríos de la Empresa Forestal Provincial, para que una vez hechos tablones integren la logística de obras priorizadas de la Salud y la Educación, fundamentalmente.  “La tarea es bien difícil, pues los accidentes de la geografía de estas montañas son un obstáculo importante, pero la experiencia del colectivo resta complejidad a estos ajetreos", afirma Osmani Santilé, un joven con unas cuantas subidas en su hoja de servicio.  “Nos conocemos el bosque de punta acabo y cuando llegamos vamos directo a picar, responsabilidad que recae en el viejo Tirso, todo un as motosierra en mano”.  Entre el pica que pica, los bueyes de Reinaldo Lorenzo miran de reojo cada árbol caído. Saben que les tocará acarrear hacia el cargadero cuanta madera se corte, desandando los trillos impensables, los casi intransitables.  “Cuando comienza el corte no hay descanso y es una sola yunta pa’to el ajetreo, comenta Reinaldo.  ABRIR CAMINOS  Mientras los hombres se fajan con la madera, Eleodoro Samé hace malabares con el pico y la pala. Con cada golpe de los implementos le roba espacio a las laderas para ensanchar el camino, por donde mañana subirán los camiones y bajarán los bolos listos para aserrar. “Tenemos el propósito de hacer transitable el camino desde la Diana hasta llegar a Santa Rosa, en territorio de Fomento, para explotar mejor los bosques.  “Desde bien temprano estoy en este ajetreo, y la intención es llevar el llamado trillo de mulo, por donde sólo pasan las bestias, hasta un ancho mayor, para que puedan desplazarse los camiones”.  En lo que va de año, entre mantenimiento y apertura, se han concluido más de 50 kilómetros de estos viales.  CARGA LISTA  Entre picos, palas, bueyes y motosierras se logra una sinfonía de acordes matizados por esfuerzos agudos y placenteros. La jornada se va más allá del mediodía, cuando el calor del sol asusta y el cuerpo pide agua fresca y nutrientes, mas los hombres no bajan el ritmo.  Las cuentas preliminares del viejo Tirso anuncian que faltan casi 300 pies de madera para completar los viajes de los dos ZIL, y entonces la motosierra vuelve a cantar. Lista la carga, los bueyes halan de los cordeles, la cama de los camiones se repleta de bolos y entonces se emprende el camino de regreso.  Las lomas parecen muy altas y el "ronroneo" de los carros es más grave. Pero ni el viejo Tirso ni Osmani se inmutan. En la parte delantera de los ZIL, sobre los guardafangos, Geovel Delgado y Ernesto Montesdeoca señalan con la mano para dónde girar cuando aparece algún obstáculo. Y así llegan al acopiadero, donde descansará la carga hasta que al otro día, bien temprano, otros camiones la trasladen a los aserríos.  Y con la próxima salida del Sol, la brigada prepara los matules y otra vez a tumbar madera de las lomas. Las escuelas, policlínicos y otras obras esperan por ella.   </script>
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EL HECHIZO DE LA REDACCION

EL HECHIZO DE LA REDACCION

Podrá borrarse de mi memoria cualquiera de los hechos que me acompañaron desde mis inicios en el estudio de Periodismo, allá en la cálida Santiago de Cuba, y los que se sucedieron después, cuando comencé a ejercer la profesión. Sin embargo, nunca podré desprenderme de aquél, mi primer susto interior, en funciones editoriales, en momentos en que apenas gateábamos en el mundo de la noticia. "No más de 20 líneas y una buena foto para primera es lo que necesito. El cierre de la edición espera por ti." Así, clara, directa y sintética fue la orientación de la entonces Jefa de Redacción. Yo, que apenas había vencido la teoría de mi primer curso de la especialidad y estaba fresquito como una lechuga en los ajetreos de las prácticas de producción, tenía una única opción: hacer el trabajo. Aunque han pasado unos 17 años desde aquel momento, recuerdo todo de aquel susto. Amengual, con su experiencia y cámara en ristre, obedecía a las sugerencias para la foto, mientras que el aprendiz recopilaba toda la información posible. Después, el frío de la Redacción, más por tensión que por el clima, y aquella máquina de escribir y la cuartilla en el rodillo, presta a recibir las primeras letras, y el borrador ausente, porque la premura editorial no admitía pérdida de tiempo. En escasos segundos retorné a mi facultad de Artes y Letras de la Universidad de Oriente, y recorrí la lección teórica sobre redacción de noticias, y los consejos de Manuel Echevarría, periodista de excelente pluma y tutor de turno. Hoy, cuando frente a la computadora armo un reportaje, perfilo una entrevista y trato de humanizar el rudo quehacer de los hombres en la agricultura, agradezco la suerte de escuela que para mí significó el periódico Escambray. Suerte de escuela que ha continuado abierta y donde prima la voluntad, para que los aprendices del oficio puedan cuanto antes fajarse al duro con la noticia.

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