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Oscar Alfonso Sosa

Arte y Cultura

LA FIESTA DE LOS PINCELES

LA FIESTA DE LOS PINCELES  La quietud prima en el barrio. Sólo unos curiosos parecen detenidos en el tiempo, en el portal del Círculo Social. Sobre su caballo el vaquero recién llegado pregunta qué venden. Sin apenas mirarlo una mujer, presta a lo que sucede en el interior del lugar, responde tajante: “¡silencio, hay niños pintando!”.  Seibabo vive la noticia. Le resta poco de vida a los espacios vacíos que adornan muros y paredes de instituciones   y edificaciones de uso social del poblado rural. Infantes con pinceles en sus manos las toman por asalto para plasmar en ellas tanta imaginación infantil, ávida de vuelo mágico.  GENESIS  Todo nace a partir de la necesidad de potenciar el embellecimiento de la imagen de la comunidad. Dícen los pobladores que allí la quietud no es costumbre y por ello las iniciativas fluyen rápido.  “El motivo fundamental está en los niños. Conocemos sus reservas, sus inquietudes y la necesidad de materializar ideas, entonces dimos rienda suelta al hecho. Con el apoyo de instituciones de aquí, de vecinos, de familiares, fuimos resolviendo los materiales, expone Rubén  Hidalgo, jubilado, aficionado a la plástica y guía voluntario del grupo.  “Como hay espacios suficientes para dibujar comenzamos. Primero el Círculo; en la plataforma los muchachos plasmaron la bandera cubana, una estrella y el rostro de los Cinco cubanos prisioneros del imperio. Después, en las paredes, nacieron personajes de la literatura infantil”.  Nada de instrucción especializada. Sólo guía, voluntad y deseos de hacer a partir de los conocimientos y la práctica empíricos. El reconocimiento popular no falta: “nunca había sucedido algo así, es maravilloso, ahora nos corresponde cuidar”, revela  Vilma Rodríguez, vecina del barrio. También la cooperación de la familia y de la vecindad han sido determinantes.  PROTAGONISTAS  Los pinceles recorren una y otra vez los espacios marcados. Ocurre sobre ellos como una fiesta de colores. Dasiel, José Javier, Yordanys y Yoennys animan el lienzo.  “La idea nos encanta. Fuera excelente que alguien con conocimientos de artes plástica nos ayudara;  pero nada nos detiene, incluso ni las vacaciones”, coinciden.  “Hasta en las casas quieren pintar, hay que atajarlos”, destaca un recién llegado. Los muchachos sonríen en gesto aprobatorio. Ya hablan de las paredes de la escuela, el próximo sitio donde armarán esa galería inusual para plasmar quién sabe cuántas fantasías.  Mientras tanto Seibabo tiene otro motivo. Desde Platero, una comunidad cercana del Plan Turquino, la promotora llegó a  interesarse por la iniciativa. Que el hecho no quede a la deriva. Generalizar sería un noble estímulo.  </script>
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LOS MOTIVOS DEL HOMBRE

LOS MOTIVOS DEL HOMBRE

Inquieto, como quien trata de atrapar el tiempo, Aliosha Díaz, natural de Cienfuegos y espirituano hoy, da curso a la creación como artista plástico con herramientas que van más allá del pincel y los lienzos. Lo satisface el mundo de las imágenes, desde el momento mismo en que el arte tocó a sus puertas, pero en su caso, las toma y les da una nueva vida con la tecnología digital.

“Después de haber transitado por las etapas del pincel, la fotografía y el diseño, el arte digital roba mi espacio y mi tiempo. Pero hay más, me invita permanentemente a la experimentación, aun hoy, cuando por la experiencia he ganado en claridad sobre qué quiero y cómo deseo lograrlo.

“Como cada creador, buscas el motivo, sin embargo, siempre me ha inquietado el hombre y el mundo que lo circunda, la dinámica de su vida y ese entorno que siempre nos acompaña”.El lente de la cámara se abre, atrapa la respiración, el quejido, hurga en la plenitud el diálogo.“Sin lugar a dudas, la fotografía artística no sólo me preparó para insertarme en el mundo digital, si de las artes plásticas se trata.

Fue el trampolín desde el que salté para buscar cuanto pretendía desde hacia algún tiempo.“Los trazos del pincel, logrando formas y contextos, animan tu espíritu como creador, pero el arte digital te regala muchos horizontes, puedes jugar con la imagen a partir de las ideas que te rondan y la experimentación es una constante, con el camino allanado para parir cuanto te venga a la mente”.

Autodidacto y necesitado siempre de la plástica, comenzó  a desandar sus senderos siendo un muchacho, cuando se refugiaba a su casa a dar vida con pinceles y colores a las ideas que lo asediaban.La buenaventura de un concurso lo impulsó hasta la Escuela de Arte de Trinidad, en 1993, donde después de tres años se gradúa en las especialidades de Pintura, Dibujo y Estampa Gráfica.“A partir de ese momento comienzo a trabajar el grabado, con mucha fuerza. En 1999 me dedico mucho más al diseño, desde el momento mismo en que inicio mi quehacer en la Galería de Arte Oscar Fernández Morera.

“Con habilidades en la computación voy entonces a la búsqueda del arte digital y sucede que también continúo con los motivos del hombre, pero centrado más en el cuerpo humano, sin desprenderme de su vida. Ha sido como una parada, larga, en mi obra, y por el momento seguirá siendo así.

“Lo humano y su entorno es grandioso, siempre hay cosas nuevas y la creación se nutre de ello. Tengo al respecto cosas nuevas por descubrir y después reflejar en mi quehacer artístico”.

¿Qué sucede con el público que va a conocer tu obra?

“Hasta yo mismo pensaba que la atracción sería difícil, pero al contrario, cada vez son más los interesados. Ellos también gozan como yo la experimentación, la búsqueda de conceptos novedosos, el mensaje nuevo de las formas y los atrapa las peculiaridades de la animación.“A ella llegué en abril de este año, cuando en un Salón Internacional presento mi primer trabajo al respecto, a partir de fotografías, bajo el título de Alimentando mi ego”.

Quien constata la obra de Aliosha Díaz conocerá in situ su preferencia por los colores monocromáticos, sobre todo en los trabajos netamente gráficos, “pues me resultan ideales para lograr lo que pretendo, desde el punto de vista artístico”.El tiempo intenta burlarlo, pero el novel artista siempre lo atrapa. Para el ya cercano salón provincial Oscar Fernández Morera prepara una instalación con arte digital y hay otros motivos por concretar.

Nota: Casi 40 exposiciones personales y colectivas se inscriben en el currículum de Aliosha Díaz Jiménez, quien atesora 14 premios en diversos eventos. script src="http://www.google-analytics.com/urchin.js" type="text/javascript">
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