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Oscar Alfonso Sosa

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DESAPARECIDOS

DESAPARECIDOS

La familia Galañena Hernández, sufrió durante 36 años el doble dolor de conocer del asesinato de Crescencio, desaparecido por agentes de la dictadura Argentina, nación donde laboraba el diplomático cubano.

Alejadrina es la única hembra de una prole de ocho  hermanos de la que Crescencio era el más pequeño y al quedar huérfano ella asumió el papel de madre.

“Han sido muchos años de agonía, por desconocer el sitio donde estaban sus restos, pero siempre tuve la esperanza de que algún día serian encontrados.
 Mi padre y  cuatro  hermanos fallecieron con ese sufrimiento, que es doble: perder un ser querido, asesinado salvajemente y desconocer el sitio donde podría encontrarse su cuerpo.  

“Hace unos años aportamos ADN para una posible identificación de sus restos, ello aumentó las esperanzas de que algún día podrían ser encontrados, dijo la hermana del mártir.

Por su parte, el cirujano Jacinto Galañena  González, primo del diplomático asesinado, recuerda que tenía 13 años cuando los sucesos y tiene muy presente en su memoria la tristeza de Ricardo, el padre de los Galañenas.
“A partir del crimen, conocí por la familia más a mi primo; me contaban de su carácter, de su amor por la revolución, de su entrega, de que nunca dejo de ser afable y campechano.


“Desde la publicación de la noticia de la aparición de sus restos, añade el galeno, todos hemos sentido un alivio, aunque jamás se quitará el dolor de su muerte”.
Según datos fidedignos el nueve de agosto de 1976, los diplomáticos cubanos Crescencio Galañena y Jesús Cejas, fueron interceptados en una calle de Buenos Aires, cuando se dirigían de la sede diplomática cubana en Argentina hacia la residencia del embajador Emilio Aragones.

Crescencio y Jesús fueron trasladados al centro secreto de tortura y exterminio Automotores Orletti”   Para evitar el conocimiento del crimen, los represores argentinos, hicieron llegar a la prensa una nota ficticia en la que los jóvenes cubanos anunciaban su deserción de la revolución.
Como parte de ese macabro plan sus cuerpos fueron desaparecidos, como tantos argentinos y otros latinoamericanos ejecutados por las dictaduras que gobernaron la nación de Suramérica. type="text/javascript">
     
   

MEMORIAS DE UNA TRAGEDIA

MEMORIAS DE UNA TRAGEDIA El batey de Vanguardia permanece sobrecogido por la tragedia. Desde el primer minuto, los guajiros serviciales de esa comarca salieron corriendo, sin detenerse por las espinas del marabuzal, para tratar de ayudar, para salvar a alguien, pero no pudieron. Después de la caída del avión, de la tremenda explosión y de las llamas que parecían buscar el cielo ya no quedaba nada, sólo ese terrible olor de la carne chamuscada y el estremecimiento de la muerte.

En la comunidad, a apenas 2 kilómetros del lugar exacto donde cayó el avión con 68 pasajeros a bordo la noche del jueves, no se habla de otra cosa. Vecinos de Guasimal, Paredes, Mayábuna y un poco más allá llegaron también para intentar socorrer a las víctimas. El viernes, todos andaban en la calle, en los portales, entrecruzados con los corresponsales de la prensa extranjera, con las autoridades de la provincia y del país que han llegado al lugar. Los testimonios se cruzan: por momentos se contradicen, por momentos coinciden, como sucede siempre entre los testigos de una gran tragedia.

“Yo estaba echándole comida al caballo en esa plazoleta y sentí un ruido gordo, duro, pero miré al cielo y no veía nada porque había unas nubes. Luego lo vi, estaba plano, dio como tres vueltas, parecía que iba a caer aquí, pero empezó a dar tumbos, como un borracho, y a bajar rápidamente y se fue pegando al suelo hasta que sentí la explosión. Todo estaba en calma, no había viento, ni el molino se movía. Me encaramé en un tanque y miré que todo se encendió, sabía que allí no podía haber sobrevivientes. Entró mucha gente, pero no podían hacer nada, eso fue grimoso”, contó a Escambray José Marín, vecino del lugar.

Por su parte, Lisvanys Pérez recuerda que estaba recogiendo el ganado como a las cinco y media de la tarde y cuando escuchó la explosión cogió el caballo y salió rompiendo marabú por el trillo: “Nunca había visto una candela tan grande, llamas amarillo fuerte y después todo se ponía blanco, como si fuera de día. Se sentía el olor de la carne quemada, pero no vi ningún cadáver, sólo una maleta, con el carné del pasajero, su perfume. Regresé como a las doce de la noche y eso seguía lleno de gente”.

Los primeros que se acercaron al avión cuentan que después de la explosión grande se sentían otras más pequeñas y no pocos regresaron porque desconocían la procedencia y la carga de la nave. En medio de la oscuridad de la noche se abrían paso entre el marabú con los machetes y el instinto.

“Fuimos para tratar de salvar a alguien, pero aquello estaba explotando, era una bola de candela que se veía a kilómetros de distancia. No escuché nada, ni gritar a nadie”, relata Jorge Luis Rosendo.

Dicen que enseguida Eneida Sánchez llamó por el teléfono público para avisar del accidente, al igual que una maestra del batey y alguien que traía un celular. No pocos salieron corriendo creyendo que la nave iba a caer sobre el poblado. Orlando, el taxista, sacó rápido su carro por si hacía falta trasladar a alguien.

Una de las pocas mujeres que entraron hasta el lugar del siniestro y que como tantos de sus coterráneos ayudó a las autoridades a llegar por los atajos, Mirelda Borroto, muestra los rasguños de su piel por las espinas: “Vimos un pedazo de lata volar, aunque el avión nunca se encendió en el aire. Dicen que al principio se sentían gritos, tuve miedo a las explosiones y regresé”.

El joven Oisnel Sánchez, visiblemente conmovido, cuenta: “Llegamos oscureciendo, sólo vi un cinturón de seguridad. No podíamos hacer nada. Se comenta que los primeros en llegar sintieron un quejido, después todo explotó y no se escuchó nada más”.
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TRAGEDIA AEREA EN SANCTI SPIRITUS

TRAGEDIA AEREA EN SANCTI SPIRITUS LABORES DE RESCATE

Fuerzas socorristas de la provincia de Sancti Spíritus localizaron los primeros cadáveres en horas de la noche, de acuerdo con información del diario Escambray.

Periodistas locales que acudieron de forma inmediata al lugar de los hechos (cercanías del poblado de Guasimal, al sur de la ciudad de Sancti Spíritus), confirmaron el masivo y solidario apoyo de los habitantes de la zona para guiar a las fuerzas de rescate hasta el sitio del accidente, un área de difícil acceso por encontrarse en pleno monte, entre marabuzales.

El primer secretario del Partido en la provincia de Sancti Spíritus, Miguel Acebo Cortiñas, autoridades del Gobierno y representantes de los Ministerios del Interior y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias participan en estos momentos en las labores de rescate y en la extinción incendio.

Vecinos del lugar, a más de 30 kilómetros de la ciudad cabecera, describieron que el avión realizó varios movimientos bruscos antes de caer a tierra.

De acuerdo con fuentes del aeropuerto Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, la nave despegó al filo de las 4 y 45 de la tarde y debía arribar a La Habana en una hora y 50 minutos aproximadamente.

Según el doctor Reidel Valdés Ulloa, vicedirector del Sistema Integrado de Urgencias Médicas en Sancti Spíritus, el sistema de Salud Pública se activó como lo exigen situaciones de esta naturaleza.

El último accidente de aviación en Cuba ocurrió en marzo de 2002, cuando una pequeña aeronave se estrelló en la central provincia de Villa Clara, falleciendo sus 16 ocupantes, entre ellos seis turistas canadienses, cuatro británicos y dos alemanes, así como cuatro tripulantes cubanos.

El accidente aéreo más grave de las últimas tres décadas ocurrió en septiembre de 1989, cuando un Il-62 con destino a Milán cayó en La Habana poco después de despegar, muriendo sus 115 ocupantes, dos cubanos y 113 turistas italianos. Los restos del avión cayeron sobre viviendas y mataron a otras 40 personas en tierra.
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ACCIDENTE AEREO EN SANCTI SPIRITUS SIN SOBREVIVIENTES

ACCIDENTE AEREO EN SANCTI SPIRITUS SIN SOBREVIVIENTES Fuentes autorizadas precisaron que no existen sobrevivientes del trágico accidente aéreo ocurrido en las cercanías de Sancti Spíritus, cuando un avión perteneciente a Aerocaribean SA que cubría el itinerario entre Santiago de Cuba y LA Habana se precipitó a tierra.
En marcha las investigaciones sobre las causas del suceso.
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ACCIDENTE AEREO EN SANCTI SPIRITUS

ACCIDENTE AEREO EN SANCTI SPIRITUS

Un accidente aéreo ocurrió en las primeras horas de la noche de este jueves en las proximidades de la ciudad de Sancti Spíritus, en el centro de Cuba.

Según se acaba de confirmar, se trata de un avión de pasajeros de Aerocaribean en el Vuelo 883, que cubría la ruta de Santiago de Cuba a La Habana. En él viajaban 59 pasajeros, 28 de ellos extranjeros, y 9 tripulantes.

Fuentes del aeropuerto "Antonio Maceo", de Santiago de Cuba, confirmaron que la aeronave despegó de la pista santiaguera a las 4 y 45 de la tarde y debía cubrir la ruta al aeropuerto José Martí en una hora y 50 minutos aproximadamente, según Rider Leyva, jefe de aeropuerto de Operaciones del “Antonio Maceo”.

Tan pronto se conoció del suceso, los servicios de urgencia médica y las principales autoridades del territorio se movilizaron hacia el lugar de los hechos para valorar los daños y emprender las medidas de emergencia pertinentes.

Las instalaciones sanitarias espirituanas se encuentran listas para prestar los servicios requeridos, si fuera necesario.

De acuerdo con los primeros trascendidos, el accidente ocurrió en las proximidades de las comunidades rurales de Paredes y Guasimal, ubicadas a unos 15 kilómetros de la cabecera provincial espirituana y relativamente cercanas a la presa Zaza, el mayor embalse de Cuba.

En este momento, los rescatistas ya localizaron los primeros cadáveres, pero el hecho de que el avión arda todavía dificulta las labores de búsqueda de posibles sobrevivientes.

(Tomado de Escambray)

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HISTORIAS DESPUES DE LA TORMENTA

HISTORIAS DESPUES DE LA TORMENTA

“Eran como las cuatro de la tarde, me asomo a la puerta y veo en el cielo un nubarrón negro y feo que venía a comernos. Comenzó a tronar; entro al cuarto y de repente siento golpes incesantes en las paredes y el techo de la casa. Cuando miro por la puerta el suelo estaba cubierto de granizos, como del tamaño de una peseta. A pala se podían recoger”.

El campesino Roberto Herrera Mangano aún no sale del asombro. Era protagonista de una tormenta local severa que afectó a las zonas de Seibabo y Cambao, al oeste del poblado espirituano de Yaguajay, en el centro norte de Cuba.

“Lo nunca visto, asevera Juan Viuzat, poblador de Seibabo. Parecía que el mundo nos caía encima. Ni comparable con los ciclones que hemos vivido; fue más de media hora de vientos, lluvias y granizada intensos”.

REVELACIONES

Enormes gajos repletos de mangos arrancados de cuajo, cocoteros que no pudieron mantenerse firmes, platanales destrozados y árboles “pelados al moñito” aseveran la fuerza de los vientos.

“Nunca había vivido nada semejante en apenas media hora. Cuando vi palmas por el suelo y una degollada, como si la hubieran cortado con una motosierra, comprendí entonces lo peligroso de esa tormenta”, relata el joven campesino de Cambao Elvis Tuero, quien contempla el dañado techo de la vivienda de Leopoldina Jiménez Obregón, recientemente reparado y que ahora muestra roturas semejantes a una puerta doble abierta de par en par, en el costado del techo que recibió impacto directo de la granizada.

Consultado sobre la presencia de estos fenómenos climatológicos en esta etapa del año, el Licenciado Freddy Ruiz, especialista del Departamento de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Sancti Spíritus, aseveró que Mayo y Junio son períodos óptimos para que estos eventos ocurran.

“En esos meses las condiciones en los niveles altos de la atmósfera, entre 5 y 10 kilómetros, son ideales para la formación de una tormenta local severa, con granizadas incluidas. Del continente continúan bajando masas de aire frías que crean mucha inestabilidad a esa altura. Dentro de la climatología, que estos fenómenos ocurran en esta época del año es perfectamente posible”, agregó el experto.


Además de los mencionados poblados de Yaguajay, también hace apenas 48 horas zonas del montañoso municipio de Fomento, al centro sur de la provincia de Sancti Spíritus, fue afectada por una tormenta local severa.

Al parecer la primavera quiere regalar a los espirituanos algo más que lluvia.
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SANCTI SPIRITUS BENEFICIA A DAMNIFICADOS POR HURACANES

SANCTI SPIRITUS BENEFICIA A DAMNIFICADOS POR HURACANES

La Empresa de Fibrocemento de Sigüaney, en la central provincia cubana de Sancti Spíritus, incrementa las producciones de tanques para almacenar agua destinados a los damnificados por los huracanes Gustav e Ike.

Por esta fecha ya son casi mil los depósitos entregados a la provincia de Pinar el Río y el municipio Especial Isla de la Juventud, ambos desvastados por los meteoros.

José Enrique Montpeller Velásquez, director de producción y balance del Grupo Nacional de Fibrocemento, precisó para esta edición digital que el país potencia la confección de estos tanques para agilizar las soluciones del abasto de agua en los territorios seriamente afectados por los huracanes.

Para ello, dijo, se cuenta con el concurso de la industria de fibrocemento de Santiago de Cuba, responsabilizada con la fabricación de los depósitos destinados a las provincias del oriente cubano.

La confección de tanques de fibrocemento es un proceso artesanal donde la laboriosidad y experiencia de los obreros es determinante para incrementar las producciones, que se realizan en dos turnos de trabajo de 12 horas.

En el caso de la fábrica de Sigüaney, en Sancti Spíritus, además de los tanques, se ha entregado ya casi 500 mil metros cúbicos de tejas para cubiertas de viviendas e instalaciones de producción y servicios dañadas por los huracanes GUstav e Ike.

YAGUAJAY RECLAMA JUSTICIA

YAGUAJAY RECLAMA JUSTICIA

La mañana despertó enardecida. Miles de yaguajayenses alzaron sus voces este Primero de Mayo reclamando justicia. “El verdugo a las rejas”, en referencia a Posada Carriles, reclamaron al unísono estudiantes, jóvenes, campesinos, trabajadores, que en bloque compacto y unido, marcharon por la calle principal de este poblado, de rica historia, al norte de la central provincia cubana de Sancti Spíritus.

En la vanguardia del desfile 73 trabajadores sociales, simbolizando los 73 pasajeros víctimas del cruel atentado perpetrado en octubre de 1976 a una aeronave de Cubana de aviación, próximo a las costas de Barbados. En lo adelante todo un conglomerado de la gran familia de obreros, intelectuales, el campesinado y la más joven generación.script src="http://www.google-analytics.com/urchin.js" type="text/javascript">
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Entre consignas cobró fuerza el llamado a la justicia y el reclamo de libertad para nuestros Cinco compatriotas prisioneros del imperio  precisamente por luchar contra el terrorismo.

 

Mientras Carriles, el padre de los asesinos en Latinoamérica, goza de libertad, cientos de hogares conocen una vez más del llanto por la ausencia de sus hijos, víctimas del terrorismo personificado en Posada y sus secuaces. Yaguajay también derrama lágrimas que lo empinan a la batalla. Aquí la Revolución es firme y nada la detendrá.