PARTO EN MEDIO DEL HURACÁN
Nada de calma. Los vientos de Ike soplaban a más de 70 kilómetros por hora, la lluvia persistía y por ello el Hospital Municipal Joaquín Paneca de Yaguajay era todo ajetreo perfeccionando las acciones preventivas ante el inminente azote del huracán. Las usuales inundaciones de la institución cada vez que aparecen fuertes precipitaciones es una pesadilla que ocupa y preocupa al colectivo del centro.
“Doctora, rápido, esta mujer va a parir”. Caridad Alpízar abrió los ojos, dejó con la palabra en la boca al grupo de reporteros que la asediaban y tan rápido como pudo se dirigió al salón de alumbramiento.
Ya el ginecólogo Luis Guillermo Fulgueiro estaba junto a la parturienta, también el equipo de enfermeras. “Búsquenle batas y lo reglamentado a los reporteros para que disfruten el parto”, se oyó casi en la puerta de preparto.
Sorpresa total. A Jacomino las palabras se le esfumaron. Las manos de Nelson eran puro temblor. Esta era mi segunda experiencia ante un parto, más siempre me pinchó cierta intranquilidad.
La urgente aparición de batas y botas verdes, gorros y tapabocas no nos dio chance a la vacilación. Casi sin darnos de cuenta estábamos ahí, como testigos del nacimiento de un bebé. LA doctora Caridad animaba a la futura madre, Fulgueiro hacía maniobras, las enfermeras se movían a la velocidad de un relámpago.
“Mira, ahí viene la cabecita, puja un poquito, ahí, bien mamá”. Las voces se confundían. Fue sólo un instante. Un quejido de la madre, un llanto.
“Es un varón”, comentó a la audiencia de LA Voz de Yaguajay el reportero Luis Francisco Jacomino. El rostro de Maylin Martínez Jiménez, la mamá de la criatura era ahora todo sonrisa.
“Es el tercer parto de la jornada, todos satisfactorios. Nunca nos había sucedido en medio de un fenómeno climatológico y menos en medio de vientos y lluvias tan fuertes como los de Ike, precisó la doctora Alpízar, también directora del hospital Joaquín Paneca.
“El éxito es parte de la preparación de la institución para enfrentar situaciones complejas y los partos son de las de más cuidado. Todo el equipo de esta especialidad está bien preparado y con suficiente experiencia”, agrega.
Mientras los reporteros no salíamos aún del asombro el pequeño Omar David hacía caso omiso a los embates de Ike y con envidiable tranquilidad ingería leche materna de los pechos de la feliz Maylin. Nada, una feliz noticia en medio del huracán.
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